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Acercamiento a los resultados de las
Elecciones Andaluzas
Antes
de conocer los resultados de las elecciones andaluzas que se celebraron ayer,
tenía dos interrogantes que esperaba poder aclarar gracias a lo que finalmente dijeran
las urnas, la fuerza real de los partidarios de la necesidad del cambio del que
tanto se habla, y si las formaciones políticas mayoritarias serían capaces de
mantener las posiciones de privilegio que hasta ahora habían disfrutado. Creo,
a pesar de la singularidad de estas elecciones, que ambas incógnitas han
podido, al menos en parte, quedar despejadas.
A pesar del auge de las dos formaciones emergentes, “Podemos” y
“Ciudadanos”, sobre las que sin duda estaban proyectadas todos los focos de
atención, hay que decir claramente, que el segmento real de población, al menos
en Andalucía, y posiblemente también en el resto de España, partidario de
llevar a cabo una transformación radical del escenario político es bastante
reducido, y que los dos partidos mayoritarios, han podido salvar los muebles
con bastante dignidad.
Lo
que para algunos supuso una arriesgada apuesta por parte de Susana Díaz y de
sus asesores, al anticipar las
elecciones andaluzas, le ha proporcionado un éxito atronador, pues
además de legitimarse en el poder, ella no había sido elegida Presidenta
pasando por las urnas, le ha servido para infringirle un duro revés al Partido
Popular y para hundir, en sus peores resultados históricos a Izquierda Unida,
hasta hace poco su socio de gobierno, además de neutralizar el denominado
“fenómeno Podemos”. Hay que reconocer, que en principio, Susana Díaz y el PSOE
no lo tenían fácil, pues la magnitud de la crisis económica, los
vergonzosos casos de corrupción que
empañaban la imagen del Partido Socialista en el poder durante tantos años en
la Comunidad Andaluza, y las voces que propugnaban un cambio, un cambio
radical, proveniente de los partidarios de “Podemos”, no hacía presagiar que la
jugada le saliera tan redonda como desde la cúpula dirigente socialista se
esperaba.
Pero
sin dudas era el momento para apostar fuerte, ya que nadie sabía con seguridad
cuál sería el escenario que se presentaría dentro de unos meses, si el PP
levantaría vuelo agarrándose a la recuperación económica, o la fuerza que podría
tener “Podemos” cuando consiguiera crear estructuras arraigadas en Andalucía,
por no hablar ya de los efectos devastadores que sin duda provocarían las
diferentes sentencias que se esperan de los Tribunales, algunas de las cuales podrían
afectar seriamente a importantes cargos socialistas. Sí, era el momento, y la
escusa se la regaló de forma irresponsable sus socios de gobierno, que como
siempre, en lugar de dedicarse a hacer política se dedicaron a jugar a la
política, ya que publicitaron con orgullo, que harían un referéndum interno
para que su militancia se pronunciara si seguían apoyando al gobierno de
coalición, o si se salían de él.
Las
elecciones se han llevado a cabo y los
resultados han sido inmejorables para los socialistas, que con todo lo que ha
caído, con todo lo que les ha caído encima, han conseguido ganar las elecciones
manteniendo el mismo número de escaños que en la pasada legislatura (45), lo
que les va a permitir gobernar con cierta tranquilidad, sobre todo si se
comprende, que las restantes formaciones con representación parlamentaria han
quedado bastante debilitadas. Para
colmo, el pinchazo del Partido Popular (33), a pesar de ser grave, no ha
provocado su hundimiento, manteniéndose con la cabeza mucho más alta de lo que
se esperaba, lo que significa, que el bipartidismo, que las dos fuerzas
mayoritarias, seguirán manteniendo un poder extremo, y que todo lo que suceda
en la próxima legislatura, guste o no, girará en torno a ellos. Este hecho resulta desalentador, sobre todo
para los que creíamos que la situación iba a cambiar, pero es lo que la
ciudadanía ha querido y el tablero sobre el que a partir de hoy habrá que
trabajar.
Era
muy importante en estas elecciones saber el recorrido real, la fuerza real de
las dos formaciones políticas tildadas de emergentes, en donde todos los
analistas tenían puesta su atención, en primer lugar en “Podemos” (15), cuyos
líderes, también irresponsablemente, repetían y repetían, a pesar de ser
conscientes de la escasa implantación que poseían en Andalucía, que jugaban a
ganar, sin molestarse siquiera en situar en su cabeza de lista, con objeto de
contrarrestar lo anterior, a un peso pesado con magnitud suficiente como para
atraer a sectores que no estuvieran directamente vinculados a la izquierda. “Podemos”
ha conseguido un gran éxito relativo, que habrá que analizar con detenimiento
más adelante, pero un éxito que no ha estado al nivel de sus expectativas, a
pesar de haberse convertido en la fuerza mayoritaria a la izquierda de la
socialdemocracia, al haber canibalizado a Izquierda Unida.
En
cuanto a “Ciudadanos” (9), posiblemente
haya sido la formación política triunfadora en la jornada de ayer,
después de los socialistas evidentemente, al no traer bajo el brazo muchas
expectativas, ya que por no tener, carecía incluso de implantación en la
Comunidad. Se podría decir, que es una organización, que a pesar de haber
llegado con la intención de quedarse, ha surgido de la nada, y a la que
desesperadamente se han agarrado la mayor parte de los electores descontentos
del Partido Popular. “Ciudadanos” puede convertirse en una variable preocupante
para los populares, al aspirar a romper la hegemonía que el Partido Popular
hasta la fecha ha poseído en la derecha. De todas formas, sabiendo cómo
funciona tanto la derecha política como la económica, “Ciudadanos” es una incógnita.
23.03.15
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