viernes, 24 de octubre de 2014

Sobre los resultados de las elecciones europeas

26.- Sobre los resultados de las  elecciones europeas, 1

            Ayer, después de conocerse los resultados de “las europeas”, y de haber manifestado mi satisfacción por los mismos, alguien me comunicó lo que había votado, que no fue a ninguna opción precisamente mayoritaria, dejándome dicho a continuación que no le había dado su voto a “Podemos” porque no le convencía ese “bla,bla,bla” demagógico y populista que tantos sufragios le había permitido cosechar. Después de decirle que su voto fue más ponderado que el mío, le comenté que mi apoyo a esa formación ante todo fue táctico, entre otras razones porque los discursos que desarrollan y que tanto furor han ocasionado ni de lejos son los míos, pero que aún así creía necesario que emergieran con fuerzas, con todo lo que representan, al escenario institucional. Sí, porque la irrupción de “Podemos” puede significar, como ya parece que se está observando, un intento por remover las aguas, desde hace tiempo estancadas, de la izquierda de este país. De la nada, sin estructuras y sin apoyos económicos, ha conseguido sólo un escaño menos en Estrasburgo que Izquierda Unida, desbancando a esa formación de su consolidado y confortable tercer puesto en municipios tan importantes para la antigua coalición como Sevilla, hecho que si fuera dirigente de Izquierda Unida, me tendría muy preocupado.
            Pero además de la irrupción de “Podemos”, que posteriormente no tendré más remedio que volver a tratar, los resultados de estas elecciones siempre tenidas como secundarias, o mejor dicho sin valor real para lo que realmente importa, es decir para la gobernación del país, deja varios apuntes de importantes, como es la solidez del partido mayoritario de la derecha de este bendito país, pues el Partido Popular, a pesar de su desgaste por la acción de gobierno, aunque aquí habría que subrayar que lo que en verdad desgasta es arrastrarse en la oposición, y de los casos de corrupción que durante años ha anegado su deambular, ha vuelto a ganar las elecciones. Sí, ha vuelto a ganar las elecciones, con un candidato desde el primer momento tocado, y sin, al parecer, tener que realizar muchos esfuerzos ello, perdiendo votos sólo por la abstención de parte de su electorado, de un electorado que volverá a tensionarse y a votar en masa por sus candidaturas cuando las circunstancias lo requieran. De hecho, no ha tenido fortuna el partido que le surgió por la derecha, “Vox”, lo que significa que las diferencias que sin duda existen dentro del Partido Popular y en su ámbito de influencia, son más de cara a la galería que una contestación real que pueda minar su implantación institucional. La derecha una vez más ha dejado constancia de saber lo que hace, pero sobre todo de lo que quiere.
            Uno de los problemas de la izquierda es que se pasa demasiado tiempo mirándose el ombligo, por lo que apenas se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor, ya que algo tan evidente como que la propia izquierda ha vuelto a perder las elecciones ha pasado desapercibido por la aparición del fenómeno “Podemos”, lo que en principio debería de llamar la atención, al menos para los que creemos que gobernar es algo, una tarea, que no sólo está al alcance de la derecha, y que la izquierda tiene que esforzarse, que obligarse, con todo lo que ello implica, por coger las riendas de la gobernación del país, teniendo presente, que el hecho de estar en la oposición es ante todo un fracaso, no un castigo bíblico, ni el lugar que históricamente le corresponde. Parece evidente entonces, que la izquierda, no sólo puede aspirar a ejercer de “Pepito Grillo” desde la oposición, sin mancharse de barro, o de mierda hasta las rodillas, por lo que la ambición por gobernar debe situarse entre las prioridades de cualquier organización de izquierdas, lo que al parecer hasta hace bien poco sólo estaba en la agenda del “PSOE”, aunque también hay que decir que todo no vale con tal de gobernar, pues hay que gobernar, sí, pero por algo y para algo, que es lo que ha hecho perder el rumbo a la socialdemocracia, y no sólo a la de este país, que en un momento creyó que su finalidad era sólo la de gobernar por gobernar.
            Lo que nos dicen los resultados de estas elecciones, es que la izquierda, por su división, se encuentra incapacitada para gobernar, entre otras razones, porque el partido central de la misma, desde hace tiempo se encuentra perdido, sin discursos y sin saber hacia dónde tiene que encaminarse. El “PSOE”, necesita reinventarse, reconstruirse para volver a ser el referente de la izquierda, ya que su debilidad es la causante de la disgregación del voto de la propia izquierda, a lo que hay que sumar, y es mucho sumar, la escasa inteligencia política de “IU”, que instalada en su satisfacción, ha dejado que parte de su electorado natural se incline hacia posiciones claramente más izquierdistas que se encuentran sólo a un peligroso paso del populismo, como ocurre con “Podemos”. Dije un poco más arriba, que había votado a “Podemos” con la intención, o con la esperanza de que sirviera, mi voto y el de otros muchos, para zarandear a la izquierda “instalada”, cosa que parece que está comenzando a ocurrir, prueba de ello es el silencio, cada día que pasa más clamoroso, de  Izquierda Unida, pero sobre todo los primeros movimientos que se están produciendo en las filas socialistas, ya que se ha convocado un congreso para el próximo mes de julio, en el cual, afortunadamente su actual grupo dirigente, que desde hace  tiempo se encuentran completamente amortizado, han prometido que dejaran el testigo.


28.05.14

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