26.- Sobre los
resultados de las elecciones europeas, 1
Ayer,
después de conocerse los resultados de “las europeas”, y de haber manifestado
mi satisfacción por los mismos, alguien me comunicó lo que había votado, que no
fue a ninguna opción precisamente mayoritaria, dejándome dicho a continuación
que no le había dado su voto a “Podemos” porque no le convencía ese
“bla,bla,bla” demagógico y populista que tantos sufragios le había permitido
cosechar. Después de decirle que su voto fue más ponderado que el mío, le
comenté que mi apoyo a esa formación ante todo fue táctico, entre otras razones
porque los discursos que desarrollan y que tanto furor han ocasionado ni de
lejos son los míos, pero que aún así creía necesario que emergieran con
fuerzas, con todo lo que representan, al escenario institucional. Sí, porque la
irrupción de “Podemos” puede significar, como ya parece que se está observando,
un intento por remover las aguas, desde hace tiempo estancadas, de la izquierda
de este país. De la nada, sin estructuras y sin apoyos económicos, ha
conseguido sólo un escaño menos en Estrasburgo que Izquierda Unida, desbancando
a esa formación de su consolidado y confortable tercer puesto en municipios tan
importantes para la antigua coalición como Sevilla, hecho que si fuera
dirigente de Izquierda Unida, me tendría muy preocupado.
Pero
además de la irrupción de “Podemos”, que posteriormente no tendré más remedio
que volver a tratar, los resultados de estas elecciones siempre tenidas como
secundarias, o mejor dicho sin valor real para lo que realmente importa, es
decir para la gobernación del país, deja varios apuntes de importantes, como es
la solidez del partido mayoritario de la derecha de este bendito país, pues el
Partido Popular, a pesar de su desgaste por la acción de gobierno, aunque aquí
habría que subrayar que lo que en verdad desgasta es arrastrarse en la
oposición, y de los casos de corrupción que durante años ha anegado su
deambular, ha vuelto a ganar las elecciones. Sí, ha vuelto a ganar las elecciones,
con un candidato desde el primer momento tocado, y sin, al parecer, tener que
realizar muchos esfuerzos ello, perdiendo votos sólo por la abstención de parte
de su electorado, de un electorado que volverá a tensionarse y a votar en masa
por sus candidaturas cuando las circunstancias lo requieran. De hecho, no ha
tenido fortuna el partido que le surgió por la derecha, “Vox”, lo que significa
que las diferencias que sin duda existen dentro del Partido Popular y en su
ámbito de influencia, son más de cara a la galería que una contestación real
que pueda minar su implantación institucional. La derecha una vez más ha dejado
constancia de saber lo que hace, pero sobre todo de lo que quiere.
Uno
de los problemas de la izquierda es que se pasa demasiado tiempo mirándose el
ombligo, por lo que apenas se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor, ya que
algo tan evidente como que la propia izquierda ha vuelto a perder las
elecciones ha pasado desapercibido por la aparición del fenómeno “Podemos”, lo
que en principio debería de llamar la atención, al menos para los que creemos
que gobernar es algo, una tarea, que no sólo está al alcance de la derecha, y
que la izquierda tiene que esforzarse, que obligarse, con todo lo que ello
implica, por coger las riendas de la gobernación del país, teniendo presente,
que el hecho de estar en la oposición es ante todo un fracaso, no un castigo
bíblico, ni el lugar que históricamente le corresponde. Parece evidente
entonces, que la izquierda, no sólo puede aspirar a ejercer de “Pepito Grillo”
desde la oposición, sin mancharse de barro, o de mierda hasta las rodillas, por
lo que la ambición por gobernar debe situarse entre las prioridades de
cualquier organización de izquierdas, lo que al parecer hasta hace bien poco
sólo estaba en la agenda del “PSOE”, aunque también hay que decir que todo no
vale con tal de gobernar, pues hay que gobernar, sí, pero por algo y para algo,
que es lo que ha hecho perder el rumbo a la socialdemocracia, y no sólo a la de
este país, que en un momento creyó que su finalidad era sólo la de gobernar por
gobernar.
Lo
que nos dicen los resultados de estas elecciones, es que la izquierda, por su
división, se encuentra incapacitada para gobernar, entre otras razones, porque
el partido central de la misma, desde hace tiempo se encuentra perdido, sin
discursos y sin saber hacia dónde tiene que encaminarse. El “PSOE”, necesita
reinventarse, reconstruirse para volver a ser el referente de la izquierda, ya
que su debilidad es la causante de la disgregación del voto de la propia
izquierda, a lo que hay que sumar, y es mucho sumar, la escasa inteligencia
política de “IU”, que instalada en su satisfacción, ha dejado que parte de su
electorado natural se incline hacia posiciones claramente más izquierdistas que
se encuentran sólo a un peligroso paso del populismo, como ocurre con
“Podemos”. Dije un poco más arriba, que había votado a “Podemos” con la
intención, o con la esperanza de que sirviera, mi voto y el de otros muchos,
para zarandear a la izquierda “instalada”, cosa que parece que está comenzando
a ocurrir, prueba de ello es el silencio, cada día que pasa más clamoroso,
de Izquierda Unida, pero sobre todo los
primeros movimientos que se están produciendo en las filas socialistas, ya que
se ha convocado un congreso para el próximo mes de julio, en el cual, afortunadamente
su actual grupo dirigente, que desde hace
tiempo se encuentran completamente amortizado, han prometido que dejaran
el testigo.
28.05.14
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