47.- Sobre un
análisis y unas previsiones desacertadas
De
vez en cuando me encuentro con análisis políticos que consiguen llamarme la
atención, al ser productos más del voluntarismo que de una visión limpia de la
realidad, a pesar de que en algunas ocasiones, esos análisis vengan avalados
por personalidades de cierto prestigio. Esto me ha ocurrido con un pequeño
artículo de Juan Antonio Capella en la afamada revista “Mientras tanto”, que
después de enumerar, creo que de forma acertada, los problemas y los lastres
con los que tendrá que lidiar la izquierda tras las próximas elecciones
legislativas, realiza al final un inesperado giro en sus planteamientos
iniciales para dejar ciertas esperanzas en el lector, giro que particularmente
estimo desacertado.
Para
él, en estos momentos, la izquierda, después de un largo período de cierta
efervescencia, tiene que enfrentarse al hecho de que sus dos formaciones
emblemáticas se dan la espalda, pues mientras que la primera, “Podemos”, que es
la que parece que cuenta con los mayores apoyos, se encuentra trazando una
estrategia para hacerse con parte del electorado de centroizquierda, espacio
que tradicionalmente ha pertenecido al PSOE, la otra, “Izquierda Unida”, en
lugar de haber llevado a cabo la reestructuración, e incluso la refundación,
que desde muchos sectores se le exigía, pone todo lo que le queda, que hay que
reconocer que es poco, en el casillero de su mejor activo, en su candidato
Alberto Garzón. Este hecho, el que se den la espalda dichas formaciones, es de
una gravedad absoluta, por las consecuencias que podrán provocar, la división una
vez más del voto de izquierdas. Hasta aquí todo correcto, pues lo que afirma
resulta innegable, pero la visión de lo que para él podría ocurrir no me parece
acertada, ya que pronostica, que después de las elecciones sólo quedará una
opción válida de gobierno, una coalición entre el PSOE y Ciudadanos, que sin la
ayuda de la izquierda, dice, resultará a todas luces inviable. Imagino, porque
esto no lo explicita, que el papel de la izquierda, de la izquierda real, será la
de fortalecer, desde fuera, no entorpeciendo el proceso, la creación de esa
coalición, ya que, y esto sí lo dice, el objetivo a corto plazo para la
izquierda no puede ser otro que el de echar al PP del gobierno. Para colmo, y ésta
también es una aventurada afirmación suya, esta labor de apoyo externo sólo
podrá llevarla a cabo “Izquierda Unida” porque para él, o según él, “Podemos”
se estrellará al asistir en solitario a las elecciones.
Después
de leer el artículo de Capella, creo que no hay más remedio que negar la mayor,
y la mayor es, que ese gobierno de coalición que pronostica difícilmente se
podrá llevar a cabo, pues el Partido Popular ni de lejos se va a hundir, de
suerte que con toda seguridad, aunque tampoco conseguirá los votos que le
posibilitaron la mayoría absoluta en las pasadas elecciones, seguirá siendo el
partido más votado, y que si se va a producir, o si se tendrá que producir una
coalición para gobernar este país, ésta será entre el PP y “Ciudadanos”, y este
hecho vendrá potenciado por el hundimiento electoral del PSOE, hundimiento que
nadie, hoy con dos dedos de luces, pone en duda. Todo parece indicar también, que
en el combate abierto y sin cuartel que se va a producir entre “Podemos” e
“Izquierda Unida”, la primera será la gran triunfadora, ya que “Izquierda
Unida”, aunque sus listas estén encabezadas por Garzón, cuyo futuro a medio
plazo sin duda alguna se encuentra en “Podemos”, quedará como una fuerza
meramente testimonial, quedando como única duda en el aire si conseguirá
obtener grupo parlamentario propio.
Pero
la gran batalla que tendrá lugar en las próximas elecciones, ya que estoy convencido
que el Partido Popular conseguirá ganar, se librará entre “Podemos” y el PSOE
por la disputa del espacio político del centroizquierda, y que esa
confrontación debilitará a los socialistas en sus aspiraciones de poder formar
gobierno, pues éstos también tendrán que defender su feudo ante “Ciudadanos”. A
pesar del descenso, que según los diferentes estudios demoscópicos, ha sufrido
la formación de Pablo Iglesias en los últimos meses, me da la sensación de que
“Podemos” ha conseguido fidelizar y
cristalizar el apoyo de un importante sector de la población, lo que le puede
llevar a conseguir un elevado número de diputados en el próximo parlamento, lo
que perjudicará en primer lugar a los socialistas, al tiempo que le dará la
puntilla casi definitiva a “Izquierda Unida”, lo que a su vez, aunque pueda
resultar paradójico, le otorgará el gobierno a la derecha, a una derecha que se
presentará dividida entre el Partido Popular y “Ciudadanos”.
Veremos
qué ocurre.