27.- Sobre el
resultado de las elecciones europeas, y 2
¿Y ahora qué? Esta es la pregunta
que hay, después de la vorágine electoral, que realizarse en estos momentos,
pues si el escenario en el territorio de la derecha ha quedado meridianamente
despejado, en el de la izquierda todo
aparece patas arriba, lo que en principio, sobre todo para los que deseamos una
reactivación del mismo, puede resultar positivo. Creo, de hecho estoy
convencido, que en estos momentos la pelota se encuentra en el campo de los
socialistas, y que dependiendo de lo que hagan con ella, si vuelven al redil
que nunca debieron de abandonar de la socialdemocracia o si por el contrario
prefieren seguir en el del socialliberalismo, las cosas, los acontecimientos
podrán tomar un giro u otro. Resulta también evidente, que empujados por el
fenómeno “Podemos”, Izquierda Unida torcerá hacia la izquierda, ya que los
sectores “rupturistas” de la misma han encontrado en lo acaecido una
justificación para obligar al grupo “realista”, el que hasta ahora se ha
empeñado, creo que correctamente, en mantener los pactos de gobierno en
Andalucía y una actitud de colaboración con la fuerza mayoritaria de la
izquierda, a alejarse de la trabajosa sintonía que hasta ahora habían estado
manteniendo con los socialistas, con objeto de potenciar su izquierdismo, para
demostrarles a todos, que para izquierdistas ellos, lo que sin duda sería un
error estratégico de indudable trascendencia motivado por una mala lectura de
los resultados.
Sí,
porque en contra de lo que en principio pudiera parecer, la ciudadanía no ha
votado, o al menos la ciudadanía de izquierdas no ha votado posiciones
radicales, no, ha apostado por una regeneración de la izquierda y por una
regeneración de la vida pública del país, lo que no quiere decir ni mucho menos
que a partir de este momento tengamos que sacar del armario nuestras boinas
negras remachadas con una estrella roja de cinco puntas. Esa regeneración pasa,
tiene que pasar por un radicalismo democrático que intente volver a poner las
cosas en su sitio, lo que no significa otra cosa, que corrigiendo los errores
cometidos, desde las instituciones se haga todo lo posible, todo, para
favorecer los intereses de la ciudadanía, en lugar de como hasta ahora se ha
venido haciendo, atendiendo de forma vergonzosa los intereses de los grandes
conglomerados financieros. La ciudadanía, al menos la que ha votado izquierdas,
se ha limitado, lo que no es poco, a dar un sonoro golpe sobre la mesa para que
se cambien las formas de hacer política, con objeto de que en el centro de ésta
se encuentre la propia ciudadanía y no en esos intereses espureos que han
logrado, al menos en los últimos años, intoxicarlo todo. Este es el mensaje que las fuerzas políticas deben
comprender para después atender lo que se le exige, y no otro, ya que se diga
lo que se diga, y se están diciendo muchas tonterías, porque parte del
electorado de la noche a la mañana no se ha hecho bolivariano, pero sí y con
contundencia ha exigido un cambio de rumbo. Y lo curioso, es que ese cambio de
rumbo no es difícil de conseguir, ya que todo consiste en que desde la política
cada cual desempeñe el papel natural que le corresponde ejercer.
El
“PSOE” tiene la obligación de recuperar sus señas de identidad, que no es otra
que desde la moderación haga todo lo posible para mantener el Estado del
Bienestar, que siempre ha sido la bandera tradicional de la socialdemocracia,
dejando de jugar con actores sociales que siempre estarán en contra del mismo,
dibujando límites que jamás se podrán sobrepasar, e implementando políticas que
aseguren la viabilidad de ese entramado social, complejo, muy complejo y
costoso, pero esencial en las alturas históricas en que nos encontramos, pero
sobre todo, logrando articular programas en torno a los cuales importantes
sectores sociales se aglutinen para defender no sólo los derechos adquiridos, sino también por
alcanzar nuevas conquistas sociales. Por otra parte Izquierda Unida, debe dejar
de ser la caja de grillos que es en la actualidad, en la que cada cual va por su cuenta, para desde la
izquierda del “PSOE”, velar para que los socialistas no se pierdan en la tarea
que le corresponde, o lo que es lo mismo, ejerciendo una labor de vigilancia,
de consciencia crítica, nada baladí por cierto, que le impida al “PSOE”
escorarse en territorios que no le corresponden, al tiempo que aglutinar de
forma abierta, a todas las sensibilidades de la izquierda en un continuado
debate que aporte nuevas ideas que poder transmitir al conjunto de la propia izquierda.
Aunque parezca
lo contrario, aún lo ocurrido consigue deslumbrarnos, “Podemos” no tiene
recorrido por sí sólo, y su futuro puede que se encuentre en una coalición, o
mejor en un Frente Amplio con Izquierda Unida, lo que sin duda podrá conseguir
que la antigua coalición, desprendiéndose de viejos anclajes que desde hace
tiempo ya no le sirven de nada, consiga reverdecer y aportar nuevas ideas y
contenidos.
Por
el bien de todos, la izquierda tiene que aspirar a gobernar el país, y para
ello es fundamental que cada una de sus unidades cumpla con su misión, con su
cometido, pues sólo así podrá conseguir la credibilidad necesaria para
posibilitar mayorías sociales que propicien gobiernos que aspiren, no sólo a
gobernar por gobernar, sino a gobernar por el bien del conjunto de la
ciudadanía.
28.05.14